"
Soy, Zelda Sayre. La hija del juez. La futura prometida del futuro gran escritor. Desde el día en que lo vi, ya no dejé de esperar. Ni de pesarlo mal por él, con él, contra él". Así se nos presenta la escritora
Zelda Fitzgerald en el primer capitulo de Alabama Song, premio Goncourt en 2007. En este monólogo de la mujer de
Francis Scott Frizgerald se reconstruye la vida de los dos escritores, la época de entreguerras en la que todo parecía posible, y también el momento en el que todo se vino abajo tras la crisis del 29. La vida de
Zelda, que supera en popularidad a su obra, estuvo marcada por la búsqueda de su propia destrucción, hasta acabar internada en un hospital psiquiátrico, en gran parte por el egoísmo de Scott, que consiguió anular la existencia de su mujer. "
Dicen que la locura nos separó. Es justo lo contrario: nuestra locura nos unía. Es la lucidez la que nos separa.", reflexiona el personaje de
Zelda, en esta obra acerca de una de las parejas más hermosas y a la vez malditas de la literatura norteamericana.