sábado, 13 de diciembre de 2008

Viñetas en el camino de Swann - 1ª Parte




Las novelas gráficas se hacen un hueco en ls librerías. Proust, Kafka o Tom Wolfe saltan al cómic en ediciones únicas.

Una maraña de palabras y frases abstractas concebidas para una novela, que son encarceladas en viñetas, enun tablero urbano de bandes dessinées, convertido en metrónomo que mide los cambios de ritmo en la narración. Esta es la definición que hace Art Spiegleman, el dibujante que consiguió quitar a la historieta gráfica la etiqueta de arte menor, de las adaptaciones de libros al cómic. Una práctica, que según Spieglema"Quién demonios podía estar interesado en convertir un libro en...¡otro libro!?", escribe en el prólogo de la adaptación de Ciudad de cristal, la primera entrega de la triología de Nueva York de Paul Aster. La respuesta la encontró Spiegleman en sí mismo: acabó completamente involucrado en la traducción visual de la novela, que supervisó y prologó. Y es que, aunque aún incipientes, se pueden encontrar algunas interesantes adaptaciones en las librerías, entre las secciones de novela y cómic. Las novelas gráficas, las historietas con calidad literaria, pugnan por hacerse su sitio.

La magdalena de Proust, con bocadillos

El proyecto es mastodóntico. Encerrar las 2.000 páginas de la obra cumbra de la literatura del siglo XIX, En busca del tiempo perdidoLas coincidencias cruzadas de Paul Auster




La historia del dibujante que adaptó la primera entrega de Trilogía en Nueva York, de Paul Auster, Ciudad de cristal, bién merecía ser incluida en una de sus novelas de coincidencias cruzadas. Karasik enseñaba arte en el Parker Collegiate de Brooklyn Heights y tenía entre sus alumnos más espabilados a Daniel Auster, de 11 años. Su presencia en la clase le llevó a leeer algunos de los libros de su tocayo, y por diversión, hizo los bocetos de unas pocs páginas de Ciudad de cristal. Cuál fué su sorpresa cuándo, siete años más tarde, le ecnargaron la adaptación. Tras meses de hurgar en el corazón del libro, Karasik y David Mazzuychelli lograron una versión muy personal dela novela, que parte de un suceso que le ocurrió realmente a Auster; una noche sonó el teléfono en casa y una voz preguntó por la agencia de detectives Pikerton. Auster le dijo que se había equivocado de número, pero la noche siguiente recibió la misma llamada. Esta segunda vez, el escritor comenzó a preguntarse qué ocurriria si dijera que .