Durante años, Salwa Al Neimi ( El Líbano es el único país musulmán donde pueden venderse los libros de Salwa), mantuvo oculta su pasión por la literatura erótica. Hasta que , harta de tener que reprimir esa fascinación, decidió plasmarla en una novela de alto contenido sexual: El sabor de la miel.
Su valor a la hora de firmar este libro con su propio nombre, en lugar de hacerlo con seudónimo, ha servido de ejemplo a muchas otras mujeres que se han propuesto romper uno de los grandes tabúes del mundo islámico: la sexualidad femenina.
Escritoras que siguen su estela, como Hoda Barakat, relatan que escribir sobre sexo en sus paises es toda una odisea. "Hasta los ordenadores tienen un filtro que te impide poner la palabra ""follar"". Estan programados para castrar el lenguaje. Son computadores eunucos"; asegura la autora que ha tenido que mudarse a Francia aunque sigue escribiendo en árabe.
Pese a ello aseguran que nada les detendrá en esta cruzada liberadora, como dice Salwa "El árabe es una lengua del sexo, el placer y la sensualidad. "
*Dedicado a mi querida PaSioN
Su valor a la hora de firmar este libro con su propio nombre, en lugar de hacerlo con seudónimo, ha servido de ejemplo a muchas otras mujeres que se han propuesto romper uno de los grandes tabúes del mundo islámico: la sexualidad femenina.
Escritoras que siguen su estela, como Hoda Barakat, relatan que escribir sobre sexo en sus paises es toda una odisea. "Hasta los ordenadores tienen un filtro que te impide poner la palabra ""follar"". Estan programados para castrar el lenguaje. Son computadores eunucos"; asegura la autora que ha tenido que mudarse a Francia aunque sigue escribiendo en árabe.
Pese a ello aseguran que nada les detendrá en esta cruzada liberadora, como dice Salwa "El árabe es una lengua del sexo, el placer y la sensualidad. "
*Dedicado a mi querida PaSioN