Es la tragedia de un hombre equivocado, que reconoce su error cuando ya no puede deshacer lo hecho. Algo pues, normal y terrible.
Es un problema atemporal: la perfidia de fingir evidencias que no se tienen. Es la violencia, la seducción, la furia, el remordimiento, la desesperación, que desarrollan su implacable lógica en el marco lejano y cercano a la vez del confuso siglo XII.
La vida de Arcado está zarandeada por mensajes contradictorios: el atractivo de la guerra, la fascinación por el influyente y paradójico San Bernardo Claraval, la brillantez de la corte del tiránico duque de Aquitania, la excitación de las batallas, el fulgor de la sangre, la atracción y el rechazo hacia la vida monástica, la seducción por la cultura islámica, sutil y refinada.
El corazón humano está siempre pluralmente solicitado. ¿Es posible unificar esa variedad de llamadas, incitaciones, deseos, o sería intentar cuadrar el círculo?.
Una novela excepcional.
Premio Fastenrath de la Real Academia 2001